Suspensión del proyecto de Belo Monte en Brasil: ¿Triunfo ambiental o simple contratiempo?
Un tribunal del Estado brasileño de Pará suspendió la construcción del controversial proyecto de la represa hidroeléctrica de Belo Monte, en el corazón del Amazonas.
Argumentando que no se habían cumplido los requisitos ambientales correspondientes, el juez federal Ronaldo Desterro prohibió que se continuara con los planes y también impidió que el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) siguiera participando de la financiación del proyecto.
Si bien esta decisión podría significar un triunfo para las comunidades indígenas que protestaron en numerosas oportunidades contra el proyecto (con el apoyo del director norteamericano James Cameron), todavía queda por ver si autoridades nacionales tendrán el poder para pasar por alto esta decisión.
La construcción de la represa de Belo Monte es un proyecto que viene desde el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva y que se considera esencial para fortalecer la matriz energética de Brasil. Si se construye, será la tercera más grande del mundo después de la Presa de las Tres Gargantas en China e Itaipú en la frontera entre Brasil y Paraguay, según BBC Mundo. Sus impulsores aseguran que es una forma rápida y eficiente de generar energía sin emisiones de gases y que dará trabajo a miles de personas en la región.
Sin embargo, desde su lanzamiento fue sujeto de controversia entre grupos ambientalistas porque su construcción podría interrumpir el curso del río Xingu -uno de los más importantes del Amazonas- y afectar el hábitat natural de comunidades indígenas como los Paquicamba (se estima que dejaría sin hogar a más de 50 mil personas).
Informa The Latin American Times que la decisión del juez Desterro se basó en que la compañía que ganó la licitación no proveyó información sobre 29 condiciones que se le habían impuesto ni contestó 33 preguntas sobre cuestiones como de qué forma se garantizaría la navegabilidad de los ríos de la región y cómo se financiarían los planes para ayudar a los segmentos de la población que serían afectados.
Así, la decisión del juez de Pará podría significar una victoria para grupos ambientalistas e indígenas locales, sólo que un Tribunal Federal de Brasilia podría vetar la misma, según informa la columnista del diario O Globo Miriam Leitão en su sitio.
De acuerdo a la analista, el Tribunal que debe responder sobre esta decisión históricamente se ha valido de argumentos más políticos que jurídicos para responder a estas cuestiones, y dada la importancia política de este proyecto, el mismo podría ser reactivado.
Con esta posibilidad, la última palabra todavía no está dicha.
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